Sex work

No llaméis hijos de puta a los antidisturbios que apalean a niños de doce años.

No llaméis hijos de puta a los políticos que aprueban y alientan la brutalidad policial.

No llaméis hijos de puta a los jefes superiores de policía que llaman enemigos a los estudiantes.

No llaméis hijas de puta a las alcaldesas que justifican la represión diciendo que nos invade la extrema izquierda.

No llaméis hijos de puta a los reyezuelos que elogian a dictadores sanguinarios y se enriquecen con el fraude y el expolio.

No llaméis hijos de puta a los chulos de princesas.

No llaméis hijos de puta a los funcionarios que torturan al amparo del poder.

No llaméis hijos de puta a los jueces estrella que investigan la tortura en países lejanos y miran hacia otro lado cuando se produce delante de sus narices.

No llaméis hijos de puta a quienes apoyan a esos jueces.

No llaméis hijos de puta a los intelectuales y artistas que medran a la sombra de los grandes partidos políticos y de las mafias mediático-culturales.

No llaméis hijos de puta a los policías que acosan a quienes denuncian la tortura.

No llaméis hijos de puta a los periodistas que con sus mentiras o su silencio cómplice encubren la tortura.…

Liad Hussein Kantorowicz y Kate Ehrhardt presentaron la performance Watch me work como parte del panel Commercialising Eros en Transmediale. Commercialising Eros contó con Jacob Appelbaum (us), Zach Blas (us), Liad Hussein Kantorowicz (il/de) y Aliya Rakhmetova (kz/hu). Moderado por la estupenda Gaia Novati (it/de).

This panel sheds light on the interferences and tensions between sex and business, analysing practices and strategies of technology entrepreneurship and networking models, online sexual imagery and queer virality. Moreover, it stresses the aspect of conscious reflection on bodily practices as opposed to simply consuming, focusing on how queer communities and sex workers use IT in their communication and how they try to break usual stereotypes through online and offline actions. A conscious reflection and practice of sexuality can be the way to imagine a different model of “commercialising eros”, mobilising communities, generating advocacy, and more broadly, shaping culture.

The Sex Work Film Fest is now accepting international entries for the 2012 festival, to take place in Hamburg, Germany in June.
The entry deadline is March 15th 2012.

Hamburg is a city widely known for its ‘redlight district’ and, like many other places, has a long history of sex work. Sex work is legal in Germany, which should guarantee that sex workers have the same rights as other workers. However, the reality is that many of the fights for sex workers’ rights remain the same as they are in countries where sex work is illegal. The current wave of gentrification in the city criminalizes and displaces many sex workers from their established working places.

This festival aims to give a strong voice to sex workers, showing a wide variety of films that represent sex workers’ lives and that address the debates and discussions around sex work all over the world.

We are interested in a wide variety of material: experimental, narrative, fictional, documentary, shorts, diy, activist, etc.
The festival welcomes relevant films from any period and any genre.

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Ya hace muchos años que importantes autoras feministas hacen nuevos análisis sobre la sexualidad y sus profesionales. Y estos a menudo divergen, y mucho, de las autoras clásicas. Sus obras van más allá de la clásica dualidad víctima-verdugo y reconocen la dignidad de los trabajadores sexuales y de sus clientes. Algunos ejemplos encontramos en obras de Virginie Despentes, Itziar Ziga, Maria Llopis o Diana Junyent que abogan por otro mercado sexual donde las personas adultas se relacionen como deseen y sean respetados. Pero estos enfoques sobre sexualidad, hasta ahora han quedado en la marginalidad. No han encontrado reflejo en la realidad política y tampoco en artistas de gran difusión. Chester Brown, es un autor famoso y visible que se reconoce abiertamente como consumidor de servicios sexuales. Sale del armario.

Ismael Llopis, que es mi hermano, publica hoy una reseña en la revista Dylarama sobre un cómic del que me lleva hablando toda la semana: Pagando por ello de Chester Brown. Lo que le interesa a mi hermano de este cómic y lo que presupone me interesa a mí, es el planteamineto de estructuras de relación más allá de la parejita heterosexual monógama y la visibiliazación del trabajo sexual como opción libre y estupenda.…

20h UNDER THE RED UMBRELLA – 2009 – 15m
Un retrato desafiador, tanto visual como político, de una profesional del sexo independiente.Un testimonio que rompe los clichés del trabajo sexual como una creatividad liberadora y una oportunidad para la autonomía individual.La protagonista nos da su visión personal de una profesión que sigue siendo estigmatizada por las normas de la sociedad y nos permíte entrar en un dominio generalmente no publico.

20.30h GENDER X – 2005 – 72m

Berlín siempre cautivó a personas con formas de vida poco usuales, que no se conforman con las normas convencionales de la sociedad. Durante más de medio año, Julia Ostertag recurrió los clubes de Berlín con su cámara, generalmente por su cuenta.

Esta película es la grabación de sus encuentros con “tunten”, drag Queens, transgénero que conoció – una galería de retratos, imágenes fragmentadas de individuos que, a primera vista no son “ni hombres ni mujeres” , que cambiaron su identidad sexual temporal o permanentemente, o la recrearon de base.

Aparte de las limitativas definiciones y convenciones, las cuestiones que surgen incluyen:
Que es el genero? Que es identidad?
Realmente existen solamente dos sexos, hombre y mujer, o también otros?

Más que nada, esta película es un homenaje a la gran tradición de la escena “tunte”, a drag Queens y M-to-F transexuales, un tributo a la libertad personal y al coraje para afirmar el derecho a la propia definición sexual.

El artículo es del 2009, pero me he encontrado con él rastreando a las perras en la red y me ha parecido, de nuevo, un proyecto utópico y maravilloso. Que me he puesto nostálgica, vaya. Fantaseo con volver al trabajo sexual… on line. Pero eso es otra historia. La estupenda Gabriela Wiener escribió este artículo para Primera Línea. Otra prostitución es posible. Yeah.…

«From young boys to men well in their sixties, they all spend significant amounts of cash to watch some adult video, to get in the mood, and then sleep with a doll.»

Sí, son muñecas hinchables de toda la vida, pero más monas y más manga. Y como son muy caras y en Japón arrasan, pues han surgido prostíbulos de muñecas. Lo llaman Love Dolls Brothels. Aquí podéis leer un artículo sobr el tema.

A mí lo que me flipa es el hecho de los señores paguen por ir a un lugar a ver porno y luego follarte a una muñequita. Nada de carne, nada de realidad. Ningún fluido que intercambiar. Pienso en el sexo on line, en el que sí interactuas con personas reales, pero a través de la pantalla.

¿Es el sexo del futuro el sexo sin contacto físico?

¿Tiene razón la protagonista de RL (Real Life) cuando dice que estamos demasiado apegados al contacto físico?…