Melusina presenta (de nuevo) a Ismael Llopis (todo queda en casa):

Melusina presenta (de nuevo) a Ismael Llopis (todo queda en casa):

Sí, Ismael Llopis. Mi hermano pequeño, el mismo. Presenta su primer libro de fotografías, porque él es fotógrafo, como ya saben o deberían saber.

Es un libro dedicado a todos esos adultos que no vivimos como tales, que seguimos viviendo o malviviendo en pisos compartidos, en habitaciones más o menos lúgubres, en las que se concentra todo nuestro universo. (El tema del alojamiento precario levanta pasiones, Melusina acaba de publicar Un Zulo Propio de Itziar Ziga…)
Es un libro dedicado a nuestras pequeñas habitaciones, con sus pósters de Nirvana, nuestra biblioteca, nuestros muebles de Ikea reciclados de la basura. Son fotografías tranquilas y dulces, de la gente en sus cuartos, con sus cosas. Incluye también una serie de textos sobre el tema de Diana Junyent (de pornoterrorismo.com), Llúcia Ramís, Carolina Hernández Terrazas, Robert Juan-Cantavella, yo misma, y otros.

Uno de mis favoritos es el de Robert Juan-Cantavella, cuando habla de un futón (que no es tal por mucho que Ikea se empeñe en llamarlo así) instalado en una habitación cuya distancia entre pared y pared tenía un centímetro menos que su estatura. Y por lo tanto se veía obligado a dormir en diagonal porque no cabía. Yo también tuve una cama así, qué nostalgia. Pero Robert lo explica mucho mejor.

Aquí va un fragmento de mi texto sobre los alojamientos precarios, se llama Benicàssim, Berlin, Barcelona y lo escribí en Benicàssim, el 1 de junio de 2008:

«No me aclaro. Tengo cuatro habitaciones, dos cuartos de baño y dos terrazas. Para mí sola. Voy de una habitación a otra buscando mis cosas, escaleras arriba, escaleras abajo. Hasta tengo una habitación lavadero. Por no hablar del jardín. Estoy segura de que mi modesta casa en Benicàssim no impresionará a mucha gente, pero que quereís que os diga, a mí sí. Me mudé hace un par de meses desde la gran ciudad, Barcelona, donde vivía en un pisito de 50 metros cuadrados con el que era mi novio. Así que he pasado de tener un espacio vital de 25 metros cuadrados a 200 de la noche a la mañana. Y no me aclaro. Yo estaba acostumbrada a plegar, comprimir, guardar, apilar mi ropa, mis bragas, mis libros, mi vida. Y aquí siento que se está descomprimiendo todo.

He vuelto al pueblo, esta es la antigua casa de vacaciones de la familia, y yo soy toda la familia que queda. He vuelto porque hacía falta que volviera, pero sobre todo he vuelto huyendo del irremediable destino que me esperaba en Barcelona: compartir piso. No. Ya son 32 añitos, he compartido ya hasta mis riñones y en este momento de mi vida me planto. Que no siempre ha sido así, a ver que os vais a pensar, pasé 6 meses en Berlin el año pasado y volví a experimentar la deliciosa sensación de alquilar una habitación en un piso compartido. Una Frauen WG, que en alemán quiere decir algo así como «piso compartido por mujeres». Pero en Barcelona me niego. En Barcelona compartir habitación significa que llegas a un piso y te toca la habitación más pequeña, reza para que tenga ventana y paga como mínimo 500 euros. No, gracias. En Berlín la habitación más pequeña de mi WG tenía 30 metros cuadrados y unos ventanales que necesité tres cortinas de Ikea del modelo Vivan para que toda la comunidad no me viera en pelotas cada noche. Aunque en los países del norte lo de la intimidad es otra cosa, allí no se interesa nadie por el vecino ni por la vecina, aunque esté tan buena como yo

Si alguna vez negué que fuera una egocéntrica, una presumida y una arrogante, aquí tienen la prueba de que lo sí lo soy, editada e impresa en una tirada de 2.000 ejemplares.

Y si quieren seguir leyendo el texto, vengan a la presentación y llévense un libro.

Sólo para usuarios de la A7: En Barcelona el martes 15 a las 19:30h en el Café Salambo (calle Torrijos 51 Barrio de Gracia). En Castellón de la Plana el miércoles 16 a las 19:00h en la librería Argot (calle San Vicente 16). El jueves 17 en Vila-Real a las 20:30h en el pub La Mutti (avenida Francia 81 bajo). El viernes 18 en Valencia a las 19:00h en el Ubik Café de Russafa (calle Literato Azorín 13).

Yo estaré en todas, con mis mejores galas, porque es el primer libro de mi hermano y porque es estupendo.

4 Comments
  • Diana
    Posted at 21:52h, 11 diciembre

    creo que mi texto era mucho más deprimente, despotricaba mucho más.
    Ahora aquí en Berlín la verdad es que estoy flipando. No sé si lxs vecinxs me miran o no, no hay cortinas en ninguna de las habitaciones por las que he deambulado en este mes y medio. Me trae sin cuidado, jejeje, con lo exhibicionista que soy, ya me exhibo lo suficiente en la calle y en las perfos.

    Tengo ganas de llegar a barna y que el libro esté en mi buzón.

    Besos,
    Diana

  • Alberto Pérez
    Posted at 23:00h, 11 diciembre

    ¡Vivaa! un bolo artístico más, una merienda gratis más. Porque habrá cacahuetes y vino malo, ¿no? ¡Sin ellos, el Arte muere! ¡Libreros! ¡Galeristas roñosos! ¡No matéis el Arte!

    Además de que el tema me parece bonito. Casi nadie que conozco vive solo.

  • Toni
    Posted at 00:33h, 13 diciembre

    I’ll be there! (Castellón y Valencia)