16 Feb En respuesta al artículo de Beatriz Gimeno contra la maternidad
Estupefacta me quedo al leer este artículo publicado en Píkara Magazine sobre la maternidad: Construyendo un discurso antimaternal, de Beatriz Gimeno. No puedo evitar pensar en el feminismo anti prostitución o anti porno. No puedo evitar pensar en esas conferencias sobre las trabajadoras sexuales en las que no hay ni una sola persona que haya trabajado jamás de puta. Qué pesadas las feministas con lo del discurso antimaternidades. Pues no tengáis hijos joder, no os hagáis putas y ni miréis porno. Pero no me digáis que yo voy a ser menos feminista o menos nada por ser madre, que es lo que llevo toda la vida escuchando. He tenido novios que tenían la vasectomía hecha casi desde el instituto, mis amig@s eran anti niños y todos los colectivos feministas en los que he estado consideraban lo de ser madre como el fin de tu militancia. Así que esa sociedad de la que habla Gimeno que te empuja a la maternidad… me recuerda a la de los años 50, pero no quiero negar que exista, aunque yo no la haya vivido. A lo mejor se trata de un tema generacional, o de entornos sociales.
«¿Es obligatorio querer a los hijos?» se pregunta. Yo le preguntaría: «¿Es obligatorio disfrutar del sexo oral?» o «¿es obligatorio sentir placer y amor cuando te tomas 3 pastillas de extásis?» Pues claro que no es obligatorio, faltaría más, pero algo raro pasa. Resulta que cuando pares estás drogada perdida, tu cuerpo produce el mayor cóctel hormonal de tu vida, para llenarte de amor y de placer. Eso sí, puede pasar y pasa que el parto (y el embarazo, y el puerperio y toda una vida) es robado a las mujeres en los hospitales de este país, que es un ejemplo de mala práxis médica en cuanto a maternidad se refiere. Entonces las mujeres, que son humilladas, sedadas y abusadas por parte de la institución médica, paren de malas maneras y la experiencia es de tragedia, horror y desencanto. Nada de placer. Pero no nos engañemos, se trata de la sociedad patriarcal arrebatando la soberanía de nuestro cuerpo. No es que nuestros cuerpos no sepan. Joder joder y joder. Es que me enfado.
«Puede no quererse a los propios hijos y no ser un monstruo». Pues sí. También puedes no querer a tu abuela ni a tus amigos ni a tu perro y no ser un monstruo. De todas formas, cuando se produce el rechazo a los hijos se trata de situaciones traúmaticas. Por poner un ejemplo muy ilustrativo, la mayoría de hembras animales de los zoos rechazan a sus crías. Los animales están completamente alienados, en condiciones de esclavitud y ese «instinto maternal» del que hablas no aparece. Ese instinto maternal que dices que no existe es un cóctel hormonal que se produce solamente en las condiciones propicias. Pero para correrte a gusto necesitas estar en buena compañía y que no te molesten. Pues esto igual, en esta sociedad gozar la maternidad es casi una heroicidad.
Yo tengo mucha suerte. Llevo meses de lactancia, gozando como una cerda cada vez que mi hijo se me engancha a la teta. Tengo conmigo a una persona que me apoya al 100% haciendo el trabajo de toda una tribu, para que yo pueda correrme de placer cada día. También he tenido problemas, en el embarazo, en el postparto, abortos, pero en general la maternidad es para mí la experiencia sexual, vital y emocional más potente y placentera jamás vivida.
Y yo no creo que tenga que ser así para tod@s. Hagamos lo que nos salga del coño. Sea parir, abortar o venderlo al mejor postor. Pero dejémonos de tanto estar en contra de lo que hacemos con nuestros úteros, que los pobres, si les dejan, sólo saben dar placer y mucho amor.
mara blackflower
Posted at 19:17h, 16 febreroSerá cuestión de entornos sociales. Ya me gustaría a mi conocer a algún grupo antimarternidad, por lo menos conocerlo, vislumbrar aunque fuera por un rato, que eso también es una realidad en algunos lares. Llevo luchando por hacerme el essure (‘ligadura de trompas’, no invasiva, equivalente de la vasectomía) desde los 16, y hasta que no tenga 35 y uno o varios retoños, el sistema médico español no me lo permite. Últimas cicatrices de batallas aparte, no veo que el artículo de Beatriz vaya contra las que quieren tener hijos; ni contra nadie en verdad, lo vi, cuando lo leí, muy equilibrado. Sí que coincido con ella en que, mientras que en otras vías (como la violación, el aborto y recientemente el postporno entre otras) se ha trabajado mucho, si dices que no quieres tener hijos, que nunca lo has querido, y que no te interesa lo más mínimo el tema, se te echan a los ojos. Estoy harta y me consta que no soy la única. Es el siguiente tema que hay que trabajar y visibilizar. Y sin que los otros feminismos se vean atacados, que hay espacio para todxs. Bss.
kpum
Posted at 02:20h, 17 febreroEstoy totalmente de acuerdo con mara blackflower. En mi opinión, creo que se debe respetar, al igual que la orientación sexual de las personas, que haya personas (tanto mujeres como hombres) que no quieran tener hijos, ya sea por una ética personal o simplemente porque no tengas ese sentimiento que te empuje a querer tenerlos. Si por la razón que sea consideras que no quieres tenerlos no entiendo donde está el problema. Es una decisión que te afecta a ti mismo y en la que los demás no creo que deban meterse. Y una de las cosas que se dicen hablando del aborto, pero que también se puede discutir con respecto al tema del que estamos hablando, es que «es egoísta no querer tener hijos» (algunos dicen que es porque queremos disfrutar de la vida, sin pararse a pensar que podemos tener otras razones). Si somos lo suficientemente críticos con el mundo que nos rodea y no vemos que esto vaya a mejorar (hablando mal y pronto: que el mundo nos parezca una mierda, donde la mayoría es y siempre será manipulada por una minoría de víboras), es normal que no queramos traer más «gente» al mundo.
Muchas de estas personas tienen hijos y no les dedican el tiempo suficiente por sus horarios laborales, por poner una situación como ejemplo. ¿No es más egoísta tener un hijo para disfrutar de él o por no tomar las medidas necesarias y luego no poder hacerte cargo como debieras?
Deberíamos ser más responsables a la hora de decidir ( y, por supuesto, que nos dejen decidir, que lo tenemos difícil).
La sociedad sigue estancada en perpetuar la especie y no ve más allá de eso, además la mayoría de la gente tiene el defecto de imponer sus creencias y no respetar las de los demás. Este es el gran problema, si no podemos acabar con el de raíz habrá que hacerlo desde abajo, pasito a pasito. Por eso mismo estoy de acuerdo con mara blackflower en que se debería trabajar más en este tema.
Niebla
Posted at 17:02h, 22 febreroPor supuesto que debe respetarse cualquier opción, faltaría más. Y me parecen muy cargantes esas personas que, ante la más mínima posibilidad te cuelan el «¿y para cuando los niños?», «se te va a pasar el arroz», y demás sandeces. Sin embargo, no entiendo la necesidad del discurso de Gimeno. Dice que está mal visto no tener hijos, que no se escuchan discursos antimaternales… ¿Pero dónde vive esa mujer? Claro que existe gente muy pesada con lo de tener niños (como con otras muchas cosas), pero vivimos en una sociedad antimaternal (toda ella). Soy madre y constantemente veo y escucho argumentos en contra de la maternidad; desde la mala cara del jefe el día que toca revisión pediátrica hasta las conversaciones acerca de porqué, con tanta crisis, despidos y eres las madres pueden solicitar una suspensión temporal de empleo en puestos peligrosos para el embarazo. Vamos a ver, qué es más grave, que la vecina del quinto te pregunte cada día en el ascensor por el día en que te decidirás a tener hijos, o que si estás embarazada no puedas ni plantearte remotamente salir a buscar trabajo porque no te contratará ni el tato? Pues si, va a ser que estamos en una sociedad profundamente antimaternal, o al menos así lo siento yo.
Laura
Posted at 00:08h, 17 febreroOle! Te adelantaste a algunas de nosotras que ya nos dolió lo suyo leer ese artículo y mejor no has podido responder!
Alicia Murillo Ruiz
Posted at 00:27h, 17 febreroMi experiencia es que mi entorno fuera del feminismo me ha empujado a ser madre. Dentro del feminismo, en cambio, se me ha discriminado muchísimo por serlo. Los grupos de crianza con los que estoy en contacto están repletos de mujeres que no se definen feministas (por algo será). Y para todo lo demás… ya hice este vídeo: http://www.youtube.com/watch?v=mQOUFIeaNCQ
Danari
Posted at 19:38h, 17 febreroCuando dices «Se me ha empujado a ser madre» ¿significa que te han presionado para ello?
María Victoria Rodríguez
Posted at 08:44h, 17 febreroAunque extrañamente te lo recuerde el artículo no tiene nada que ver con el discurso anti prostitución ni anti porno, a mí me gusto el artículo y no soy abolicionista y veo felizmente porno. Dices “pues no tengáis hijos joder”, no creo que sea una respuesta justa para muchas mujeres que sufren a diario discriminaciones, marginación y estigmatización por no querer ser madres o por querer serlo sin adherir al típico estereotipo materno, sería como responderle a las víctimas de violencia sexual “pues no caminen por las calles”. No tener hijos es una decisión tan legítima como ser madre, una decisión que apareja discriminaciones varias y por lo tanto merece la atención del feminismo como movimiento emancipador. Lo que dice Gimeno es que es un tema, un tema que amerita un discurso y que no debe ser invisible, es un tema que no se zanja con simplemente decir “pues no tengan hijos” y que va más allá porque muchas mujeres no viven las consecuencias del “cóctel hormonal” del que hablas de la misma forma, esa es tu forma de vivirlo (y el feminismo legítimamente se ocupa de las que viven la experiencia de esa forma) , otras tendrán otra forma de sentirlo probablemente con menos apego (sin por eso estar traumatizadas o sin acudir al argumento de que se trata de una patología –como tu símil del zoo-) y el feminismo también debe brindar salidas a las mujeres que se plantean una maternidad alejada del designio todopoderoso del “instinto maternal”. Defender un discurso de no maternidad no implica atacar a las que se deciden por la maternidad, es como decir o están conmigo o están en mi contra, nadie las está atacando se aboga por un espacio para las que piensan diferente.
Ana
Posted at 01:19h, 20 febreroMe encantó tu comentario María Victoria. Ximeno comienza diciendo que es un tema que no se discute, por lo tanto ese es su objetivo, no atacar a las mujeres que sí son madres. La antimaternidad que propone, desde mi punto de vista, no es literal. Se trata de desnaturalizar y discutir. Sobre el ejemplo del zoo de la autora, que desde mi punto de vista malinterpreta el texto de Ximeno, ejemplifica perfecto el argumento central de esta: ir en contra de la versión hegemónica y aplastante de la maternidad, se vuelve tabú. Se intenta desacreditar o silenciar cualquier otra versión sobre la maternidad. Me parece genial que se pueda discutir con argumentos serios, no con cualquier cosa que sólo muestre enfado. Justo ese es uno de los puntos. Las madres no necesariamente lo son «por naturaleza», como las hembras de los zoos.
griselda
Posted at 09:36h, 17 febreroel tema no es no tener hijos, nadie en realidad dice algo así. Lo que decimos es que no hay derecho de que nos conviertan en máquinas paridoras y que no haya forma de hacerles entender que QUEREMOS ELEGIIIIIRRRRRR!!!!!! Quiero elegir sert madre o no serlo!!! Esa es la cuestión. Y quiero que tanto en una o en otra circunstancia haya respeto hacia mis decisiones. Quise tener un hijo? Respeten mi cuerpo!! No se apropien de él ni me maltraten por haber decidido embarazarme, ni me traten como si no tuviera derecho a decidir si no lo quiero, si NOOOO LO QUIERO es MIII problema. MÍO.
Harta estoy de que seamos manipuladas de todas las maneras posibles!! De cualquier forma y elijamos lo que elijamos!!
amaia
Posted at 10:23h, 17 febreroPor tus palabras da la impresión de que has malinterpretado el artículo de Beatriz. Que cada una haga lo que quiera, dices, por supuesto, pero hasta que eso sea posible, habrá que denunciar las presiones, discriminaciones y abusos de poder, tanto para ser madre, como para no. Si somos tan libres ya para decicdir ¿por qué seguimos hablando de esto?, porque no lo somos, efectivamente.
No entiendo por qué te sientes atacada, puedes disfrutar de tu maternidad mientras otras denuncian la posición en la que eso nos deja porque, no nos engañemos, en esta sociedad patriarcal, ejercer la maternidad de cualquier forma, empobrece social y económicamente a las mujeres.
Yo estoy algo asustada con el proceso de renaturalización de las mujeres que, casualmente, coincide con las crisis económicas. Venga pa’la casa todas! :-)
Beatriz Gimeno
Posted at 10:37h, 17 febreroBeatriz Gimeno a través de Pamela Palenciano Jódar
En realidad, la mayoría de las respuestas contrarias que he recibido dan la razón a lo que yo decía. No se puede plantear un discurso antimaternal desde la pluralidad democrática. No se responde a por qué no existe ese discurso en igualdad con el anterior. Es más, se carga contra la posibilidad de que existan pluralidad de discursos desde las tripas y no desde la racionalidad y ni siquiera desde el fondo del asunto. Desde luego yo no soy antiporno, es más, soy muy proporno (igualitario) He escrito porno, veo porno, disfruto con el porno; pero no deja de ser curioso que una tenga que decir que le gusta el porno para plantear el derecho a cuestionar la poca variedad y pluralidad de los discursos existentes. Yo también soy madre, luché mucho por serlo (tenía problemas físicos para poder serlo), me gustó mucho serlo y lo disfruté y aun lo disfruto, claro. Pero serlo, desear serlo y luchar por serlo no me impidió pensar en otras posibilidades, es más, me hizo pensar, en la poca pluralidad de los discursos al alcance de las mujeres. También es curioso que tenga que decir que soy madre para tener así cierta legitimidad para cuestionar el monodiscurso maternal. Si veis los comentarios en píkara, muchas mujeres, madres y no madres, se han sentido identificadas, así que es obvio que todo discurso y toda representación admite diferentes puntos de vista….¡ah no, que la maternidad no!
bost
Posted at 10:40h, 17 febreroPara la autora y Alicia:
creo que os habéis sentido atacadas por el hecho de ser madres,cuando en ningún momento se ha leído esto en el articulo de Beatriz,simplemente se plantea que la no maternidad no está aceptada como opción. Siendo realistas ¿de verdad pensáis que existe un debate abierto y objetivo respecto a este tema?.
Yo no tengo descendencia,y no me he sentido defendida en el articulo de Beatriz y no entiendo cuál es el hecho de que os sintais atacadas por el hecho de que tengais descendencia.No sé,parece que no hayáis leído el artículo correctamente.Veo mucha hostilidad.
Y especialmente para Alicia,vanalizas todo mucho,creo.
Mercedes Ramirez
Posted at 14:44h, 17 febreroLeyendo los comentarios que has recibido a éste artículo me complace ver que la mayoría de quienes han comentado han entendido bastante bien el artículo de Beatriz Gimeno que para nada ataca a las mujeres que han decidido ser madres (para empezar Beatriz lo es) y a lo mejor, me pregunto si todas estas respuestas no te sugieren que a lo mejor deberías dar una relectura, antes de sentirte atacada por lo que dice el artículo… Just a question
Maria Llopis
Posted at 15:02h, 17 febreroPor los comentarios en las redes sociales y aquí… veo que el tema levanta ampollas!
Supongo que a mí personalmente me ha dolido recibir tanta presión a lo largo de mi vida para NO tener hijos, hacerlo finalmente y darme cuenta de que quería hacerlo hacía muchísimo tiempo. Esa es mi herida.
helen
Posted at 15:30h, 17 febreroel planteamiento de beatriz me parece necesario porque abre un tema a la discusión que es casi tan tabú como el incesto. y la comparación no es desacertada: el tabú del incesto madre-hijo/a tiene que ver con una concepción de la maternidad como algo sagrado. en tanto posicionamiento sagrado, es indiscutible. y punto.
pero entiendo bien a maria porque, quienes habitamos entornos antes llamados queer, somos miradas con desconfianza y se nos juzga por ser madres, tanto nuestro entorno queer como los no queer con los que nos articulamos. desde mi madre (“¿cómo te atreves?” Nunca olvidaré mi desconcierto…), hasta teóricas queer de renombre (» pero, ¿lo tuviste queriendo?»), pasando por compañeras activistas (ese reojillo de «seguro que está traumada», «seguro que era hetero», o «seguro que es por inseminación artificial» o simplemente, “¿cómo se te ocurrió ser madre?”). eso sí, apoyo de verdad, yo al menos sólo lo tuve del padre de mi hijo y de mi hermana, que no es nada queer, lo que nos devuelve una vez más al lugar de la madre, que es el de la pareja, la monogamia, la heterosexualidad y la familia de sangre. y eso es lo realmente duro: ser madre fuera de la pareja, la monogamia, la heterosexualidad y la familia, y no morir (o querer matar) en el intento…
y no digo que solo sea difícil para la madre, sino también, y quizás sobre todo, para el hijo o hija. porque estas criaturas son manipuladas desde antes de nacer, mucho más que la madre en muchas ocasiones, porque no tienen ningún tipo de herramientas para entender qué carajo está pasando… si su madre es guay, le quiere y está todo bien, ¿por qué tiene que sufrir discriminación? ¿porque hay gente que no le saluda? ¿porque hay otras madres que no quieren que sus retoños vengan a casa?…
en fin, que entiendo la rabia de maria porque da mucha rabia que, quienes consideramos nuestra familia, consideren la maternidad como una bizarrada que no hace ninguna gracia y que no piensan apoyar, bajo ningún concepto, porque ser madre es cosa de heteros, monógamas o hippies. ese es el discurso anti-maternal del feminismo: olvida tu útero. ¿y si no quiero, qué? ¿y si quiero ser madre, que? ¿solo pueden ser madres las «normales»?
Sin embargo, a pesar de la soledad, las dificultades y a veces pobreza a la que me llevó la maternidad, no hay nada en mi vida que me haga sentir más feliz, más relajada, más amada y amante. y en esto, todo hay que decirlo, he tenido muchísima suerte. no es igual para quien se queda preñada a los 14, para quien tiene que criar en soledad, para quien sufre además muchas otras discriminaciones que yo nunca viví. para aquellas a quienes nunca nadie les dará las gracias por nada. a veces, ni siquiera esa criatura que crió como pudo.
yo creo que más que pensar en discursos pro-maternidad o anti-maternidad, habría que pensar como ser madres fuera del patriarcado. eso es lo difícil, eso es lo que nos mata. a las madres y a nuestras criaturas. Pero creo que es muy importante hablar contextualizando: no todas vivimos en las mismas condiciones ni tenemos los mismos recursos. Lo que tenemos que defender es la libertad de ser madres y de no serlo, y apoyar con nuestras redes a quienes tengan la valentía de ser madres en vez de juzgarlas.
Maria Llopis
Posted at 10:01h, 18 febreroolé olé y olé
Núria
Posted at 22:27h, 26 febreroYo estoy de acuerdo con vosotras. En mi entorno siempre ha habido tendéncia a la NO-maternidad, y muchas de mis amigas no entienden que quiera ser madre (amigas no activistas y no queer).
Supongo que si que es cuestión generacional.
Lo importante es no limitar a discursos pro y contra, sino abrir puertas y libertades: no se es ni mas mujer ni menos por ser o no ser madre. Se es cuando somos capaces de decidir sin miedos y libremente sobre nuestra maternidad, sin que demás tercerxs juzguen que hacemos y que no con nuestros úteros.
lucía
Posted at 18:54h, 04 marzoyo tiendo a posicionarme como helen (y eso que no he tenido más que abortos voluntarios!), pero cuando digo que sí me apetece tener un crío la peña reacciona como dice la helen y la verdad es que si el rollito queer (o como se le quiera llamar, estoy simplificando mucho) quiere cambiar las cosas, pues se podría plantear unas reacciones más originales.
de todas formas cuando leí el artículo de beatriz me pareció importante. en su momento principalmente porque había tenido una charla reciente con una de mis primas que estaba al borde del desespero con la maternidad y con una sensación de soledad, de inadecuación y de frustración inmensa al no haber sido advertida de los lamentos que podía conllevar. entendí el artículo de gimeno como un espacio para poder pensar la maternidad de otra forma, para que mi prima pudiese no estar sola cuando siente que el amor de madre no es un abismo sin medida inagotable, que se puede agotar, y que también podrían haber muchas formas de ser madre (llegando hasta no serlo).
en fin, que me parece una discusión importante.
la teoria queer aburre a las ovejas
Posted at 17:28h, 17 febreroLas putas en su mayoría no son pro-legalización, mucho menos queer. Anti porno patriarcal soy, y no conozco nada. Fuera de eso. Es una ndustria misógina y cada vez más violenta.
En cuanto a lo demás cuestionarse la maternidad no significa estar en contra de las madres, ser madre tampoco da más legitimidad, puesto que muchas madres se sienten identificadas con ese artículo.
Finalmente lo queer es una moda patriarcal, aburridas, de niñas posmos de universidad o gente con compejos que se aburre. Teoría antigua, reaccionaria, soporte del neoliberalismo y gilipolles anticientifica. Viva alan sokal.
Negracubana
Posted at 17:42h, 17 febreroMaria Llopis termina (o mejor empieza) dándole la razón a Beatriz Gimeno. Antes las razones de la última, que seriamente nos estimula a reflexionar, Llopis dice algo como «me da la gana y punto». Creo que por ahí no iba lo que nos proponía Gimeno. Cuando una necesita decir «es así y punto» ya no hay reflexión posible, ni democracia ni nada. Como dice un regeaton cubano» no me da mi gana americana». What a pity!
flo
Posted at 17:48h, 17 febreroNo sé pero yo no me siento identificada con el discurso de beatriz, me parece exagerado y victimista. Ni con el de maría me parece poco argumentado y estúpido. Desde q el feminsmo se paso a la irracionalidad hace tiempo q no me considero feminista.
Negracubana
Posted at 18:10h, 17 febreroInsuperable descripcion: http://yasminsilvia.blogspot.de/2009/11/pulsar-en-negativo.html
flo
Posted at 18:19h, 17 febreroNo me siento identificada con ninguna de las dos, beatriz o maría. Demasiado exageradas y victimistas.
flo
Posted at 18:50h, 17 febreroVaya arriba defienden el incesto…q miedo
Danari
Posted at 19:16h, 17 febreroMe da la impresión de que leíste con poca atención el texto de Beatriz Gimeno. Dices «no me digáis que yo voy a ser menos feminista o menos nada por ser madre» ¿y en qué momento se planteó eso en el artículo de Píkara? De verdad no comprendiste nada de lo que leías.
Urien
Posted at 01:26h, 18 febreroA mi la verdad me parece muy poco apropiado emplear el término «antimaternal» para referirse a un discurso que pretende teorizar y justificar la decisión de no tener hijos. Si no se está en contra de la maternidad en sí misma como opción, el nombre sería otro, de esta manera parece evidente que dicho discurso no está exento de prejuicios, en el caso de Gimeno seguramente por su conocida aversión hacia los nuevos modelos de maternidad, como la crianza con apego.
helen
Posted at 10:15h, 18 febrerocomentario a los comentarios: conversar es exponer distintos puntos de vista, con sus fundamentaciones preferiblemente, y no insultar, agredir verbalmente ni menospreciar a quien sostiene otros argumentos.
Fefa Vila
Posted at 10:43h, 18 febreroCreo que los discursos dominantes sobre la maternidad están encerrados en una dialéctica tremendamente dicotómica y mecanicista que o bien cosifica o bien esencializa. Comparto las visiones y análisis poderosos de Federicci; en menor medida comparto el análisis de Beatriz; aunque hay aspectos aislados en los que podría estar de acuerdo. Intuyo poderosamente que abordar las maternidades sin tener en cuenta el devenir continuo de las subjetividades-identidades; la interferencia motora de las emociones y los deseos y el psicoanálisis feminista de última generación nos quedamos en una superficie desde la cual es difícil un anclaje de comprensión y mucho menos de empoderamiento. No queda otra, investigación, estudio, escucha atenta.
Gracias a todas por el debate. Habrá que darle unas cuántas vuelltas más al tema
Maruxa
Posted at 22:35h, 18 febreroYo , personalmente, me he sentido «empujada» más a no ser madre que a serlo, desde mi propia madre, amistades, etc, en entornos más o menos feministas se me dcía los muchos sacrificios que supone tener un hijo. en mi trabajo he visto discriminar a mujeres que reducían jornada ( luego se me discriminó a mi), y la verdad, la sociedad tal y como funciona, no es » mother friendly», por decirlo de alguna manera, mucho menos amable es con los niños, que a veces ven a sus padres un par de horas al día. Sin embargo, he de decir que tener a mi hijo , además de merma económica, en vida social y en sueño, ha sido para mi lo mejor que me ha pasado en la vida, No entiendo aunque respeto a quien diga que la sociedad la empuja a ser madre, o que se estigmatiza a quien no lo es, será cuetión de percepción, pero hasta la fecha, yo he visto discriminación en el otro sentido, por lo menos en el mundo laboral. Yo trabajo en un hotel donde en las suits no se admiten menores de 14 años. En la mayoría de las solicitudes de empleo te preguntan si tienes menores a cargo, y no creo que sea de forma inocente… en fin , cuestión de percepción.
María
Posted at 17:06h, 20 febreroDespués de leer el artículo de Beatriz Gimeno, me fijé en prácticamente los mismos puntos que tú … La obligatoriedad o no de querer a un hijo y si existe o no el instinto maternal. Comparto tus argumentos en ambas cuestiones, pero me suscita una cuestión, que llevo pensando desde hace un tiempo. ¿Se puede hablar, opinar con fundamento, sobre el hecho de tener un hijo, sin haber pasado por esa experiencia? Al tratarse de cambios químicos muy fuertes, es jodido intentar empatizar con la experiencia de una manera fideligna, igual que no creo que puedas explicar lo que es un colocón de éxtasis sin haberlo consumido. Podrás hablar de sus efectos externos, de una manera mucho más objetiva incluso que una persona que no haya consumido, pero tratar de hablar de sentimientos y sensaciones que no has tenido, es muy dificil.
Irabela
Posted at 05:17h, 24 febreroHe seguido con pasión tu artículo y el de Iliana rebatiendo a Gimeno.
En mi caso, la falta de infraestructura social y familiar me pone freno a seguir teniendo hijos. Y con ellos tengo, a veces, sentimientos encontrados. Como cualquier madre.
Pero exploro e intento crecer a partir de esos sentimientos, que indican más bien una carencia emocional mía y de la sociedad.
Es la sociedad la que nos maltrata y ha maltratado, la que no nos deja tener hijos en paz y nos aboca a odiarlos incluso.
Maura
Posted at 23:19h, 24 febreroOle. me encanta el coraje maria llopis!
admiro tu fuerza, porque leo que haz vivido desde varias trincheras y no escribes del tema solo desde la teoria, si no de lo vivido.
ole, vamos por maternidades subversivas!
aunque esto les arda a las feministas bien pensantes, dadoras de verdad.
klaudia
Posted at 02:33h, 26 febreroLas mujeres al contrario de los hombres siempre han creado rivalidades entre ellas mas que alianzas , y es lo que los movimientos feministas siguen haciendo , si nos uniéramos como lo hicieron los hombres en las guerras lograríamos mas conquistas, a fin de cuentas todas estamos reclamándole algo que nos debe a la sociedad , todas cosas distintas, pero todas por nuestro rol impuesto.
klaudia
Posted at 02:41h, 26 febreroa y por cierto también creo que la maternidad es algo super sexual, pero no lo reduzco al aparato reproductivo , para mi la sexualidad es mas que genitalidad , y cuando nacen mis deseos de maternidad no me imagino teniendo orgasmos en el parto , ni cargando algo nueve meses en mi cuerpo ,me imagino a un niño ya grande al que quiero criar y hacerlo mi hijo, y eso también viene de mis deseos , de mis impulsos , también es sexual ,no creo que la maternidad se deba reducir soloa la maternidad biológica.